James Webb Space Telescope

NASA - James Webb Space Telescope

Raúl Mújica (INAOE, rmujica@inaoep.mx)

Finalmente: el James Webb Space Telescope ¡en el espacio!

Cual regalo de Navidad para los astrónomos, y para todo el mundo, el James Webb Space Telescope (JWST) fue finalmente lanzado al espacio, el pasado 25 de diciembre a las 6:20, hora del centro de México, para estudiar las diferentes fases de nuestro universo, desde el Big Bang, la vida en planetas como la Tierra,  y la evolución misma de nuestro sistema solar.

El telescopio espacial James Webb se lanzó  en un cohete Ariane 5 desde el puerto espacial europeo ubicado cerca de Kourou en la Guayana Francesa.  El Ariane 5 es uno de los vehículos de lanzamiento más confiables del mundo, lo que ha sido demostrado ayudando a colocar al Webb en su destino final en el espacio. 

Imagen: https://www.nasa.gov/mission_pages/webb/main/index.html

Aunque no es nada científico, los astrónomos de todo el planeta tuvimos los “dedos cruzados” para que, además del despegue, todo funcionara bien, que todos los sistemas se desplegarán correctamente y que llegara a su punto final, para que se obtengan los resultados esperados. La inquietud  no era para menos luego de la experiencia, hace 30 años, con el Telescopio Espacial Hubble.

Lo sucedido con el Hubble no es lo único que inquietaba a los responsables del proyecto, ya que la localización final del JWST, a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, no permite un fácil acceso, está demasiado lejos para realizar reparaciones como las que se le hicieron al Hubble.

Afortunadamente, todo ha resultado correcto con el JWST, a la fecha ya se encuentra en su órbita de observación, esto se debe, seguramente, a que las pruebas previas fueron exhaustivas, lo que en parte retrasó también su puesta en marcha.

El JWST es un telescopio infrarrojo que, con un espejo primario de 6.5m, será 100 veces más potente que el Hubble. Además de ser una maravilla de la ingeniería, su peso, por ejemplo, es sólo el 2% de un telescopio similar en la Tierra, mientras que el espejo primario está conformado por 18 segmentos hechos de berilio ultraligero que se desplegaron y alinearon después del lanzamiento.

Además de la sofisticada instrumentación para registrar señales extremadamente débiles, así como los sistemas para enfriar los detectores, una de las componentes cruciales del Webb es el “escudo” solar compuesto de cinco capas de membrana, del tamaño de una cancha de tenis, cada una tan delgada como un cabello humano, hechas de un plástico resistente y de alto rendimiento llamado Kapton, y recubiertas con un metal reflectante. Esta “sombrilla” hace que la temperatura sea 600 grados Fahrenheit menos en el lado del telescopio que al otro lado del escudo.

Ilustración James Webb Space Telescope
Imagen: https://www.nasa.gov/feature/ames/webb

Posterior al lanzamiento, el telescopio viajó 30 días, durante los cuales fue desplegando su arsenal para que, ahora en su destino final, se vuelva el telescopio más importante de la próxima década sirviendo a miles de astrónomos y asombrando a todo el mundo.

Aún falta muchas cosas por realizar. Al telescopio y los instrumentos científicos les llevará todavía varias semanas enfriarse hasta alcanzar temperaturas suficientes para una operación estable. Los próximos cinco meses se dedicarán a alinear la óptica, para seguir con las pruebas y calibración de los instrumentos científicos.

Les sugerimos revisar frecuentemente el sitio web -del telescopio Webb-  https://www.jwst.nasa.gov/ para mantenerse  informado del desarrollo del proceso de la puesta en marcha del telescopio o simplemente para disfrutar videos, como éste que muestra su órbita final: https://webb.nasa.gov/content/about/orbit.html

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