Lucy in the sky with… asteroids

Lucy Spacecraft NASA

Raúl Mújica García (INAOE, rmujica@inaoep.mx)

Aunque muchos asteroides bien podrían ser más valiosos que los diamantes, vale la pena aclarar, para los más jóvenes, que no me estoy pirateando  el título de esta gran rola de los Beatles, completamente psicodélica y algunos afirman que referente al LSD (por Lucy in the Sky with Diamonds), sustancia quizá tan alucinante como la misión Lucy, que se lanzó hace unos días y que llegará a visitar varios asteroides, de los llamados Troyanos,  localizados en la órbita de Júpiter y que no han sido visitados previamente por ninguna misión espacial.

Aquí el porqué no me estoy pirateando el título. Lucy es el fósil de un homínido descubierto en 1974 por el antropólogo Donald Johanson en Etiopía, recibió ese nombre luego de que durante la celebración por este gran descubrimiento, y escuchando “Lucy en el cielo de diamantes”, Pamela Alderman, miembro de la expedición, lo empezó a utilizar. Posteriormente, en 2013, la NASA decidió llamar de la misma manera a la misión que estudiaría otros “fósiles”, los asteroides troyanos de Júpiter, fósiles del sistema solar.

Los troyanos son asteroides que comparten su órbita con la de un planeta. Se les localiza cerca de puntos estables, llamados puntos lagrangianos, localizados delante y detrás del planeta en su trayectoria alrededor del Sol. La población más importante es la de Júpiter, aunque hay troyanos de Marte y Neptuno, incluso de la Tierra, como el descubierto por la NASA en 2011.

Hace unos días, el pasado 16 de octubre, Lucy inició su largo camino hacia los troyanos. Recibirá un par de “empujones” gravitacionales de la Tierra, en octubre 2022 y diciembre 2024, para luego encontrarse, el 20 de abril de 2025, con un asteroide del Cinturon Principal nombrado en honor al paleontólogo que descrubrió a Lucy: (52246) Donaldjohanson.

Posteriormente, entre 2027 y 2030, se encontrará con los troyanos localizados en el punto lagrangiano L4, es decir, los que van delante de Júpiter: (3548) Eurybates y su satélite Queta (el 12 de agosto de 2027); (15094) Polymele (el 15 de septiembre de 2027); (11351) Leucus (el 18 de abril de 2028); y (21900) Orus (el 11 de noviembre de 2028). Luego saldrá de ese enjambre, en dirección de la vecindad terrestre, para recibir otro “empujoncito” gravitacional en diciembre de 2030, y de esta manera llegar al enjambre localizado en L5, el que va siguiendo a Júpiter, y encontrarse con (617) Patroclus y Menoetius, el 3 de marzo de 2033, y terminar así, luego de 12 años, su misión primaria.

Crédito de imagen: NASA/JPL-Caltech
Crédito foto: NASA's Scientific Visualization Studio. Ésta visualización muestra como la misión Lucy (azul) despegará de la Tierra (verde) para posteriormente girar alrededor del Sistema Solar por 12 años para así visitar los asteroides troyanos localizados en la órbita de Júpiter (naranja). Volará sobre uno de los principales cinturones (punto blanco orbitando entre Marte y Júpiter), visitando 6 troyanos alrededor de Júpiter (puntos blancos; uno de ellos es un asteroide binario compuesto por dos grandes objetos).

Algo muy particular de los asteroides troyanos es que su composición superficial es muy variada, son diferentes entre sí. Esta diversidad se ha tomado como un indicio de que posiblemente se formaron en diferentes zonas del sistema solar y posteriormente se fueron “acomodando” en sus órbitas actuales, de acuerdo a la formación y evolución de los planetas.

Cuando Lucy se acerque a cada uno de los asteroides que tiene como objetivo, obtendrá medidas que incluyen el color, la composición, el giro y la masa, con lo cual se podrán llevar a cabo estudios sobre la geología de la superficie, su estructura interior y otras propiedades generales, así como determinar la existencia de satélites y anillos.

Así como Julian, el hijo de John Lennon, dibujó a su compañera y con ello inspiró la canción varias veces mencionada, ahora Lucy nos mandará imágenes, y mucha más información de estos asteroides, las cuales seguramente inspirarán a los astrónomos para determinar mejor la historia de nuestro sistema planetario, en particular en sus orígenes.

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